NSVRC National Sexual Violence Resource Center Resumen ejecutivo Cada organización que trabaja para prevenir la violencia sexual en los Estados Unidos es única. Sin embargo, existe al menos un vínculo que une al movimiento contra la violencia sexual: el impulso por eliminar este tipo de violencia y apoyar a las personas sobrevivientes. No obstante, a fin de erradicar la violencia sexual, el movimiento y todas las organizaciones que son parte de éste deben llegar a cada segmento de la población. Una proporción significativa de personas que viven en los Estados Unidos es de origen latino—alrededor del 16%, o 50.5 millones, hasta 2010 (Oficina del Censo de los Estados Unidos, 2011). Según los datos del Censo, La población latina creció en cada región del país entre 2000 y 2010. Aun así, los escasos estudios hoy en día disponibles sobre la violencia sexual contra personas latinas han mostrado que existe una necesidad constante de servicios culturalmente pertinentes para sobrevivientes dentro de esta población. Una de cada seis mujeres latinas reporta haber sufrido victimización sexual alguna vez en su vida (Cuevas y Sabina, 2010). Las personas latinas enfrentan más barreras que las no latinas al buscar servicios, especialmente si son inmigrantes (Ingram, 2007). También es menos probable que denuncien violaciones sexuales (Tjaden y Thoennes, 2000). Muestra de respuestas a la encuesta nacional: 57.8% Dijo que sus conversaciones frente a frente eran una herramienta efectiva para llegar a comunidades latinas y/o hispanoparlantes, en comparación con un 40.7% a favor de los folletos. 38.9% Dijo que su organización nunca utilizaba recursos con pertinencia cultural y lingüística para trabajar con comunidades latinas y/o hispanoparlantes. 76% Dijo que había recibido capacitación formal sobre diversidad, específicamente acerca de cómo trabajar con grupos culturales diferentes. 19.3% Pensaba que el perfil demográfico de las personas atendidas coincidía con el de la comunidad. 45.3% Reportó que su organización algunas veces involucra a personas de la comunidad en la planificación de programas. Casi el 19% dijo que su organización nunca las involucra. El Centro Nacional de Recursos sobre la Violencia Sexual (NSVRC, por sus siglas en inglés), en asociación con el Centro de Investigación y Evaluación Sociomédica (CIES) de la Universidad de Puerto Rico, llevó a cabo este estudio de necesidades para aportar al limitado cuerpo de investigación sobre la violencia sexual en las comunidades latinas y/o hispanoparlantes. Más específicamente, el NSVRC procuró identificar las actuales fortalezas y necesidades en torno a la prevención de la violencia sexual con estas comunidades y comprender mejor cómo el NSVRC, junto con sus colaboradores, podría dar respuesta a dichas necesidades. A tales fines, en este estudio se examinaron cuatro preguntas fundamentales: 1. ¿Cuáles son los grupos/entidades clave que están trabajando con o apoyando esfuerzos de prevención e intervención en materia de violencia sexual en comunidades latinas y/o hispanoparlantes? 2. ¿Cuáles son las necesidades de recursos de defensoras/es, consejeras/os y otras/os profesionales que trabajan en prevención y/o intervención relacionadas con la violencia sexual en comunidades latinas y/o hispanoparlantes? 3. ¿Cuál es la competencia cultural y la capacidad lingüística en español de programas y organizaciones que están prestando servicios a comunidades latinas y/o hispanoparlantes? 4. ¿Cuál es el rol más efectivo del NSVRC para apoyar a defensoras/es que trabajan con comunidades latinas y/o hispanoparlantes? El equipo investigador utilizó un enfoque de métodos mixtos, tanto cualitativos como cuantitativos, que incluyeron una encuesta nacional en línea, entrevistas telefónicas y grupos focales. El equipo recibió respuestas de aproximadamente 250 participantes de los 50 estados y tres territorios estadounidenses (Puerto Rico, las Islas Virgenes de los EE.UU. y la Samoa Americana). Las personas participantes pertenecían a coaliciones contra la violencia sexual, programas de base comunitaria para la violencia sexual y departamentos de salud (que en este informe se denominan “convencionales” para diferenciarlos de organizaciones culturalmente específicas) y organizaciones culturalmente específicas que trabajan con comunidades latinas y/o hispanoparlantes. Los insumos del personal del NSVRC y los del Comité Asesor del Proyecto de Acceso Multilingüístico (MAPA, por sus siglas en inglés) del NSVRC—un grupo que incluye a personas latinas de diversas partes del país que cuentan con experiencia sustancial en trabajo contra la violencia sexual—ayudaron a orientar el desarrollo de la metodología y las preguntas de la investigación. La evaluación se centró en los defensores, en lugar de las víctimas y otros miembros de la comunidad, debido a las limitaciones de capacidad organizativa del NSVRC, fondos y el papel de la NSVRC (para soportar los defensores del país). También se centró en comunidades latinas y/o hispanoparlantes debido a limitaciones de capacidad y fondos. Resultados Las respuestas de las personas participantes mostraron una amplia variedad de necesidades entre organizaciones locales, estatales y nacionales – incluido en programas culturalmente específicos – centradas en prevención e intervención relacionadas con la violencia sexual. Esas necesidades pueden agruparse generalmente en tres categorías. 1. Necesidad de recursos para la comunidad que estén informados por la cultura Hay una falta general de recursos para comunidades latinas y/o hispanoparlantes, según las personas que participaron en el estudio, y frecuentemente los recursos que existen no son pertinentes o accesibles. • Las personas participantes expresaron una abrumadora necesidad de recursos para comunidades latinas que van más allá de los materiales impresos hacia conexiones cara a cara. En la encuesta nacional del estudio, estas personas seleccionaron con mayor frecuencia las conversaciones frente a frente como una manera efectiva de hacer que la información sobre prevención sea accesible a comunidades latinas y/o hispanoparlantes (57.8% en comparación con 40.7% a favor de los folletos, mientras que el 45.8% prefería los anuncios de televisión, un 37.3% los anuncios radiales y el 27.1% los afiches). • Casi el 39% de participantes en la encuesta nacional dijo que “nunca” utiliza recursos que tengan pertinencia cultural o lingüística. Aproximadamente el 26% dijo que “algunas veces” usa recursos pertinentes, el 13% los usa “con bastante frecuencia” o “con frecuencia” y alrededor del 20% no quiso responder o no tenía certeza sobre la respuesta. • Quienes respondieron la encuesta nacional también identificaron temas relacionados con la prevención sobre los cuales querrían que hubiera recursos (ver recuadro a la izquierda). El área más seleccionada se refiere a abordar el estigma de la violencia sexual dentro de las comunidades latinas. La cuestión del estigma también surgió en las entrevistas cara a cara. Tal como dijo una persona participante, se necesitan “materials that address the taboo of sexual assault … and that debunk sexual assault, to address the isolation in the Latino community, as they don’t know who they can talk to, making the experience harder to share” (“materiales que aborden el tabú de la agresión sexual ... y desenmascaren la agresión sexual, de manera que se enfrente el aislamiento [de las víctimas] en la comunidad latina, ya que no saben con quién pueden hablar, lo cual hace que la experiencia sea más difícil de compartir”). Las cinco áreas principales para desarrollo de recursos relacionados con la prevención: 1. Abordar el estigma de la violencia sexual dentro de las comunidades latinas 2. Prácticas óptimas de prevención de la violencia sexual en las comunidades latinas 3. Involucrar a hombres y niños en la prevención de la violencia sexual 4. Adaptar los currículos y las estrategias de prevención para poblaciones culturalmente específicas 5. La trata humana 2. Necesidad de desarrollar la capacidad organizacional para el trabajo transcultural Una tendencia que surgió tanto en la encuesta nacional como en las entrevistas cara a cara es el deseo de que las organizaciones desarrollen su capacidad para realizar trabajo en comunidades latinas y/o hispanoparlantes. Las personas participantes dijeron que a sus organizaciones se les dificultaba llegar a estas comunidades y expresaron frustración por el trato que se da a defensoras/es de origen latino. • En las entrevistas cara a cara, las personas participantes dijeron que las organizaciones en su conjunto no ofrecen suficiente compromiso y apoyo en torno a la pertinencia cultural. Algunas sentían que las organizaciones adoptan un enfoque superficial— esencialmente, aproximándose a la pertinencia cultural como lo harían con una lista de verificación de asuntos que deben ser “marcados” en casillas. Sin embargo, en la encuesta nacional casi nueve de cada 10 personas que respondieron sentían que su organización apoya el trabajo culturalmente pertinente y el 76% dijo que había recibido capacitación formal acerca de cómo trabajar con diferentes grupos culturales. • Muchas de las personas participantes en la encuesta nacional dijeron que a sus organizaciones se les dificulta llegar a las comunidades latinas. Mientras que el 91.4% ha identificado el perfil demográfico de la población a la cual desea servir, sólo el 19.3% pensaba que la clientela a la cual servía su organización correspondía con la población seleccionada para servicios. • Las personas participantes también señalaron que a defensoras/es de origen latino y organizaciones que sirven específicamente a personas latinas se les ve como meros símbolos, o son reconocidas sólo por su identidad como latina/o o hispanoparlante. A menudo, los servicios para las comunidades latinas quedan en manos de integrantes del personal que son de origen latino y/o hispanoparlantes, pese a que tales responsabilidades están fuera del ámbito de sus funciones o descripciones de puesto. 3. Necesidad de alianzas y colaboraciones en la comunidad Las organizaciones participantes de la encuesta eran diferentes en tamaño, enfoque y ubicación. Sin embargo, un tema común que fue mencionado por todas es la necesidad y el deseo de asociarse a otras que están trabajando con comunidades latinas y/o hispanoparlantes, como también de tener un espacio para establecer contacto y articularse con otr@s defensoras/es. • En la encuesta nacional, el 18.9% de participantes reportó que su organización “nunca” involucra a personas de la comunidad en la planificación de programas, mientras un 45.3% dijo que “algunas veces” las involucra. • Según las personas participantes, el método más común que las organizaciones usan para examinar sus servicios cultural y lingüísticamente pertinentes es la recopilación de datos de satisfacción del cliente, seguida por revisiones o auditorías de casos y la revisión de quejas o querellas. • Casi el 60% de participantes dijo sentir que recibía apoyo de sus organizaciones “con mucha frecuencia”, pero menos del 30% sentía recibir apoyo de su coalición estatal “con mucha frecuencia”. Las personas participantes sugirieron que las coaliciones estatales podrían fomentar el apoyo, en parte, reuniendo a las organizaciones para alentar la colaboración. Otras sugerencias incluyen proporcionar fondos, ayudar a agencias individuales mediante el desarrollo de liderazgo y proveer materiales en español. Conslusión y recomendaciones Los hallazgos del estudio muestran una necesidad de mayores esfuerzos sistémicos y coordinados para mejorar los servicios de prevención e intervención dirigidos a las comunidades latinas y/o hispanoparlantes. El presente informe proporciona los resultados del estudio nacional de necesidades de acceso lingüístico, así como recomendaciones para el NSVRC basadas en investigaciones. Una muestra de las recomendaciones al NSVRC, que se encuentran al final del informe, incluyen: • Ampliar la actual colección de materiales en español y/o culturalmente pertinentes de la biblioteca de NSVRC y su colección en línea, incluso materiales no escritas como videos y archivos de audio. • Desarrollar recursos culturalmente específicos dirigidos a públicos latinos y/o hispanoparlantes. • Crear un plan a largo plazo para sostener el Comité Asesor del Proyecto de Acceso Multilingüístico. • Contratar a personal adicional que sea bilingüe (español-inglés). • Crear oportunidades de capacitación sobre desarrollo de capacidad / alcance comunitario para quienes dirigen las organizaciones. • Trabajar con las coaliciones estatales a fin de mantener recursos en español y/o culturalmente pertinentes para las organizaciones locales. • Desarrollar un espacio compartido—como una lista electrónica de distribución o un foro en línea—donde defensoras y defensores que trabajan con poblaciones latinas y/o hispanoparlantes puedan comunicarse.