La violencia sexual es cualquier tipo de contacto sexual no deseado, que va desde actitudes y acciones sexistas a la violación y el asesinato. La violencia sexual puede incluir palabras y acciones de naturaleza sexual contra la voluntad de una persona. Un delincuente sexual también puede utilizar la fuerza, amenazas, manipulación o coacción para cometer violencia sexual.
Hay un contexto social que rodea la violencia sexual. Las normas sociales que promueven la violencia, utilizar la fuerza sobre los demás, conceptos poco saludables acerca de la masculinidad, la subyugación de la mujer y el silencio acerca de la violencia y el abuso contribuyen a que suceda la violencia sexual.
La opresión en todas sus formas se encuentra entre las causas que originan la violencia sexual. La violencia sexual se previene a través de la colaboración de los miembros de la comunidad en varios niveles de la sociedad – en nuestros hogares, barrios, escuelas, comunidades religiosas, lugares de trabajo y en otros entornos. Todos tenemos un papel en la prevención de la violencia sexual y en la creación de normas de respeto, seguridad, igualdad y ayuda a los demás.