¿Cómo establecer comunidades más seguras en Internet?

Podemos prevenir el acoso y abuso sexual en Internet

Podemos detener el acoso y abuso sexual antes de que ocurra al abordar el contexto general en el que se desarrollan estos incidentes. Puede ser difícil percibir los factores que existen detrás de la violencia sexual, pero a menudo se basan en actitudes, normas y sistemas sociales que respaldan el tratamiento desigual de ciertos grupos sobre otros.

Por eso, es necesario impulsar cambios en nuestras comunidades al tratar de prevenir el acoso y abuso sexual. También debemos entender el papel que desempeñamos como individuos cuando se trata de interrumpir conductas problemáticas, y el rol que tenemos como comunidad de resistir contra políticas que fomentan un entorno donde se normaliza o no se toma en serio la violencia sexual.

La prevención de la violencia sexual significa abordar las causas fundamentales, incluyendo las creencias que existen sobre la equidad de género, formas de opresión (como el racismo, la transfobia y el capacitismo), así como los sistemas sociales que fortalecen la idea de tener poder sobre los demás.

¿Qué significa prevenir la violencia sexual en Internet?

Hay maneras en las que podemos mantener la seguridad de nuestros espacios en Internet, como líderes y como individuos. Los líderes pueden tomar medidas para reforzar la seguridad de sus espacios en Internet ante amenazas externas, implementar políticas que promuevan la igualdad y el respeto, tomar las denuncias de abuso o acoso en serio y exigir que los responsables rindan cuentas. A nivel individual, podemos intervenir cuando veamos comentarios, conductas o contenido problemático o perjudicial. Además, podemos informar a los demás y abogar por que los líderes tomen medidas significativas.
La prevención de la violencia sexual significa abordar las causas fundamentales, incluyendo las creencias que existen sobre la equidad de género, formas de opresión (como el racismo, la transfobia y el capacitismo), así como los sistemas sociales que fortalecen la idea de tener poder sobre los demás.

La prevención a nivel comunitario significa ir más allá de las acciones individuales para enfocarse en las características de una comunidad: cosas como normas comunitarias, entornos culturales y políticas, para reducir la posibilidad de que las personas pueden cometer actos de violencia sexual. La prevención a nivel comunitario no solo se refiere a los lugares donde residen las personas, sino también lugares de trabajo, campus universitarios, organizaciones o cualquier espacio (virtual o en persona) que tenga sus propias políticas y reglas que afecten a los demás.

La prevención a nivel comunitario beneficia a todos en la comunidad, incluso si no fueron parte de la creación de los esfuerzos de prevención.

¿Cómo se manifiesta la prevención a nivel comunitario?

Veamos un ejemplo de cómo prevenir la violencia sexual a nivel comunitario: códigos de vestimenta escolar. Los códigos de vestimenta son famosos debido a que se les implementa de forma poco equitativa; a menudo, el vestuario de las niñas es el más reglamentado y con frecuencia, los estudiantes Negros y estudiantes de color enfrentan reglas adicionales en torno a sus peinados. La justificación de que la apariencia de las chicas “podría distraer” a los varones culpa a las chicas de que sus mismos compañeros las hayan sexualizado, en vez de enseñar a los varones a no cosificar a sus compañeras de clase.

Dado a que una de las causas subyacentes del acoso sexual son las actitudes y conductas sexistas, es lógico que para evitar que ocurran incidentes de acoso sexual en absoluto, debemos cambiar los comportamientos sexistas (como, por ejemplo, decirles a las chicas que sus cuerpos son inapropiados o una distracción). Al actualizar o eliminar los códigos de vestimenta, las escuelas están fijando nuevas normas y enviando el mensaje de que no se tolerará ni el sexismo ni el acoso.

Creación de comunidades virtuales inclusivas

La opresión es una causa fundamental de la violencia sexual (tanto en Internet como en persona). Para poder crear comunidades virtuales seguras, debemos priorizar la inclusión. Esto significa que las personas de diferentes razas, grupos étnicos, culturas, sexualidades y capacidades puedan sentirse bienvenidas y apoyadas en los espacios.

¿Cómo nos imaginamos a una comunidad virtual inclusiva? Primero, el espacio debe ser accesible para quienes hablen otros idiomas; esto se puede lograr a través de la interpretación o traducción. La accesibilidad también es un elemento clave para las personas con discapacidades, incluso en espacios virtuales. El uso de
texto alternativo para las imágenes es una manera fácil de asegurar que el contenido que produzcas en Internet lo puedan consumir las personas con impedimentos visuales que usen tecnologías de lectura de pantalla. La prevención a nivel comunitario no solo se refiere a los lugares donde residen las personas, sino también lugares de trabajo, campus universitarios, organizaciones o cualquier espacio (virtual o en persona) que tenga sus propias políticas y reglas que afecten a los demás.

La inclusividad en los espacios en Internet también significa crear una comunidad donde las personas puedan compartir sus perspectivas y opiniones en un entorno sin juicios de valor, con una mentalidad abierta. Aquí es donde la moderación de los espacios es esencial. Es necesario asignar a alguien para que esté pendiente de las conversaciones, que pueda intervenir y recordarles a los participantes de sus acuerdos comunitarios, en caso de que el discurso empiece a tornarse perjudicial.

Implementación de la prevención a nivel comunitario en los espacios virtuales

Al igual que en los espacios en persona, las comunidades virtuales pueden desarrollar sus propias políticas y reglas que promuevan el respeto y disuadan las conductas perjudiciales. Bien sea que se esté participando en un aula de clases, entorno de trabajo o espacio social en Internet, puedes tomar medidas para garantizar tu seguridad y la de los demás.

Los líderes que cumplen el papel de facilitadores en el espacio pueden:

Crear acuerdos comunitarios con los participantes para que las expectativas en cuanto a la comunicación respetuosa queden claras para todos los involucrados. En vez de emitir una política de “tolerancia cero” sobre el acoso sexual, indicar cuáles conductas específicas no se tolerarán y cómo se les pedirá a quienes hacen daño que se responsabilicen de sus actos.
Brindar una manera en que las víctimas puedan denunciar acoso o abuso si la conducta de otro integrante del grupo las está haciendo sentir incómodas.
Establecer normas comunitarias sobre las formas apropiadas en que los integrantes del grupo se comunicarán. Por ejemplo, esto podría ser: identificar a qué hora del día los integrantes del grupo pueden comunicarse entre sí, a través de cuáles aplicaciones o plataformas, etc.
Mantener la seguridad de los participantes al asegurar que las plataformas utilizadas sean seguras y que la configuración de seguridad protege la privacidad, información personal y ubicación de los usuarios.

Las comunidades virtuales seguras actúan

Conductas o actos como chistes sexistas o comentarios que culpan a las víctimas podrían parecer de poca importancia, pero contribuyen a la misma mentalidad que genera la violencia. Aunque estas conductas o actos solo reflejan el punto de vista de la persona que los hace, su visibilidad pública normaliza la acción de no tomar los incidentes de abuso sexual en serio. En otros casos, estas conductas o actos perjudiciales podrían causar más daño al retraumatizar a las víctimas de abuso o agresión que leen los comentarios.

Reconocer las frases y palabras que culpan o minimizan a las víctimas

Algunos comentarios que culpan a la víctima pueden ser:

Comentarios que cuestionen los actos de la víctima antes o después de una agresión; por ejemplo, preguntar por qué la persona no denunció el incidente a la policía de inmediato o cuestionar por qué nunca lo denunció.
Comentarios que minimicen lo que le pasó a la víctima. Por ejemplo, un periodista puede utilizar frases como “sexo por la fuerza”, “encuentro sexual”, “sexo con un menor de edad”, cuando en realidad están hablando de una agresión sexual o estupro.

La realidad es que el mundo digital no existe aparte de los espacios en persona. Ambos son componentes del mundo en que vivimos y el impacto de nuestras acciones puede ser el mismo. Si no le dirías algo a alguien en persona, entonces tampoco se lo deberías decir por Internet.

Podemos hacer varias cosas cuando observamos conductas perjudiciales en Internet:

Denunciar el contenido inapropiado. Si ves contenido privado o violento en una plataforma de redes sociales, puedes denunciarlo a la plataforma en la cual se compartió (Instagram, Facebook, YouTube, etc.) para que se señale o se elimine de la plataforma. Las diferentes plataformas tienen sus propias pautas sobre qué cosas se consideran inapropiadas y qué medidas tomarán al respecto, pero ese proceso comienza cuando haces una denuncia.
Responder cuando veas comentarios perjudiciales. Cuando veas comentarios que culpan a las víctimas por lo que les pasó, puedes responder reorientando la responsabilidad sobre el agresor. Aunque no logres que la persona que dejó el comentario cambie de parecer, otras personas verán que no todos están de acuerdo con esa opinión.
Demuestra que apoyas a las víctimas de acoso por Internet. Comunícate con la persona a quién se dirigieron los comentarios para demostrarle tu apoyo. También puedes considerar ofrecerte como voluntario para moderar en ciertos contextos y así ayudar a prevenir incidentes de acoso en el futuro.

Cuando todos vemos el papel que nos toca desempeñar en mantener la seguridad de los demás en Internet, podemos crear un entorno donde ese tipo de contenido no puede propagarse.

Conoce más información sobre cómo intervenir en una situación.